La lasagna es un clásico de la cocina italiana que ha conquistado paladares en todo el mundo. Con su combinación de pasta, carne, salsas y queso, es un plato que ofrece una experiencia culinaria rica y reconfortante. Aunque puede parecer un poco elaborada, con los pasos adecuados puedes prepararla en casa y sorprender a tus familiares o amigos. A continuación, te explicamos cómo hacer una lasagna deliciosa paso a paso.
Tabla de contenido
ToggleIngredientes necesarios

Para la salsa boloñesa:
- 500 g de carne molida de res (o una combinación de res y cerdo).
- 1 cebolla mediana, finamente picada.
- 2 dientes de ajo, picados.
- 400 g de tomate triturado (puede ser enlatado).
- 2 cucharadas de pasta de tomate.
- 1 zanahoria, rallada.
- 1 rama de apio, finamente picada (opcional).
- 1 cucharadita de azúcar.
- 2 cucharadas de aceite de oliva.
- Sal y pimienta al gusto.
- Hierbas secas como orégano, albahaca y tomillo (al gusto).
- 100 ml de vino tinto (opcional).
Para la salsa bechamel:
- 50 g de mantequilla.
- 50 g de harina de trigo.
- 500 ml de leche.
- Nuez moscada al gusto.
- Sal y pimienta al gusto.
Para ensamblar la lasagna:
- 12-15 láminas de pasta para lasagna (precocidas o normales).
- 200 g de queso mozzarella rallado.
- 100 g de queso parmesano rallado.
- Mantequilla para engrasar el molde.
Preparación
Paso 1: Preparar la salsa boloñesa
La salsa boloñesa es el alma de la lasagna. Sigue estos pasos para hacerla:
- En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio.
- Agrega la cebolla, el ajo, la zanahoria y el apio. Sofríe hasta que estén tiernos.
- Incorpora la carne molida y cocina hasta que esté dorada, desmenuzándola con una cuchara de madera.
- Añade el vino tinto y deja que se reduzca durante unos minutos (si usas).
- Agrega el tomate triturado, la pasta de tomate, el azúcar, las hierbas y salpimienta al gusto.
- Reduce el fuego y cocina a fuego lento durante 30-40 minutos, revolviendo ocasionalmente. La salsa debe quedar espesa y sabrosa.
Paso 2: Preparar la salsa bechamel
La bechamel aporta cremosidad y equilibra los sabores. Hazla así:
- En una cacerola mediana, derrite la mantequilla a fuego bajo.
- Agrega la harina y mezcla bien con un batidor de mano hasta obtener una pasta suave (roux).
- Poco a poco, incorpora la leche caliente sin dejar de batir para evitar grumos.
- Cocina a fuego medio hasta que la salsa espese y tenga una textura homogénea.
- Salpimienta al gusto y agrega una pizca de nuez moscada.
Paso 3: Preparar las láminas de pasta


Si usas pasta precocida, simplemente sepárala y tenla lista para usar. Si es pasta normal, sigue las instrucciones del paquete para hervirla y déjala enfriar sobre un paño limpio.
Paso 4: Ensamblar la lasagna


- Precalienta el horno a 180°C y engrasa un molde rectangular con mantequilla.
- Extiende una fina capa de salsa boloñesa en el fondo del molde.
- Coloca una capa de láminas de pasta sobre la salsa.
- Cubre con una capa de salsa boloñesa, seguida de una capa de bechamel y un poco de queso mozzarella.
- Repite el proceso hasta que se acaben los ingredientes, terminando con una capa de bechamel y una generosa cantidad de queso parmesano.
Paso 5: Hornear


- Cubre el molde con papel aluminio y hornea durante 25-30 minutos.
- Retira el papel aluminio y hornea otros 10-15 minutos o hasta que la superficie esté dorada y burbujeante.
- Deja reposar la lasagna durante 10 minutos antes de cortarla para que se asiente.
Consejos adicionales
- Si deseas un sabor más intenso, prepara la salsa boloñesa el día anterior.
- Puedes agregar espinacas o champiñones para variar la receta.
- Usa una mezcla de quesos para un gratinado más rico.
¿Cómo se dice lasagna o lasaña?
Ambos términos, lasagna y lasaña, son correctos, pero su uso depende del idioma y la región. Lasagna es la forma en italiano, que se refiere tanto al plato como a las láminas de pasta. Lasaña es la adaptación al español, utilizada en países hispanohablantes. Aunque se escriban diferente, ambos términos se entienden y hacen referencia al mismo delicioso plato.
¿Cómo se debe comer lasaña?
La lasaña se debe comer con cuchillo y tenedor, ya que su estructura en capas requiere cortar porciones para disfrutar de todos los ingredientes en cada bocado. Se sirve caliente, pero no hirviendo, para apreciar mejor su sabor y textura. Acompañarla con una ensalada fresca o pan de ajo puede complementar la experiencia.
Conclusión
Siguiendo estos pasos, obtendrás una lasagna deliciosa, perfecta para compartir. Acompáñala con una ensalada fresca y pan de ajo para una comida completa. ¡Buen provecho!