El pollo a la parrilla es uno de los platillos más populares y sabrosos, perfecto para cualquier ocasión, desde una comida en familia hasta una reunión con amigos. Con su exterior crujiente y jugoso interior, el pollo a la parrilla nunca pasa de moda. Además, es un platillo versátil, fácil de preparar y adecuado para cualquier tipo de dieta. En este artículo, te enseñaremos a preparar pollo a la parrilla paso a paso, con consejos útiles y recomendaciones para que el resultado sea perfecto.
Tabla de contenido
ToggleIngredientes para el pollo a la parrilla
Antes de comenzar, es importante asegurarte de tener todos los ingredientes necesarios. Los ingredientes pueden variar según el estilo de marinada que elijas, pero estos son los básicos:
- Pechugas de pollo o muslos de pollo (dependiendo de tu preferencia).
- Aceite de oliva (para la marinada y para engrasar la parrilla).
- Ajo (fresco o en polvo).
- Limón (o vinagre para marinar).
- Sal y pimienta (al gusto).
- Especias como pimentón, orégano, tomillo, romero o cualquier condimento que prefieras.
- Salsa barbacoa (opcional, para añadir al final o durante la cocción).
- Miel o azúcar moreno (opcional, para caramelizar el pollo).
Preparación
Paso 1: Preparar el pollo

Lo primero es seleccionar el tipo de pollo que más te guste. Puedes usar pechugas, muslos o incluso alitas, aunque el tiempo de cocción variará dependiendo del corte. Es recomendable que el pollo sea de buena calidad y preferentemente de crianza libre, ya que esto influirá en el sabor y la textura final del platillo.
Si decides usar pechugas, asegúrate de que estén deshuesadas y sin piel, ya que esto facilitará la cocción y hará que el pollo quede más jugoso. Si prefieres muslos, puedes dejarlos con hueso y piel para obtener un sabor más profundo y una textura más crujiente.
Una vez que tengas el pollo listo, puedes optar por marinarlo o cocinarlo directamente, pero marinarlo siempre mejorará su sabor y lo hará más jugoso. Si decides marinar, corta el pollo en piezas o deja las piezas enteras, según lo prefieras.
Paso 2: Preparar la marinada


La marinada es clave para darle sabor al pollo y garantizar que quede tierno y jugoso. Hay muchas formas de hacer una marinada, pero aquí te proponemos una receta sencilla y deliciosa:
- Jugo de un limón o 2 cucharadas de vinagre.
- 2 cucharadas de aceite de oliva.
- 2 dientes de ajo picados o 1 cucharadita de ajo en polvo.
- Sal y pimienta al gusto.
- Especias: pimentón, romero, tomillo, orégano, o una mezcla de especias de tu preferencia. Puedes añadir una pizca de azúcar moreno si te gusta un toque más dulce.
Mezcla todos los ingredientes en un bol grande y coloca el pollo dentro. Asegúrate de que el pollo quede bien cubierto con la marinada. Lo ideal es dejarlo reposar en la nevera por al menos 30 minutos, aunque si tienes tiempo, puedes dejarlo marinar durante 2-4 horas para obtener un mejor sabor.
Paso 3: Preparar la parrilla
Ahora que el pollo está marinando, es hora de preparar la parrilla. Si estás utilizando una parrilla de carbón, enciende el fuego con suficiente antelación para que las brasas estén listas cuando el pollo esté preparado. Si usas una parrilla a gas, simplemente caliéntala a fuego medio-alto.


Asegúrate de que la parrilla esté bien limpia para evitar que el pollo se pegue. Puedes usar un poco de aceite de oliva y un papel de cocina para frotar la parrilla y evitar que el pollo se adhiera. También es importante que las rejillas estén bien calientes antes de colocar el pollo, para que se marque bien y obtenga una textura crujiente.
Paso 4: Cocinar el pollo
Una vez que la parrilla esté caliente, es momento de colocar el pollo. Colócalo directamente sobre las rejillas, asegurándote de que no esté demasiado amontonado para que se cocine de manera uniforme. Si estás cocinando piezas grandes, como muslos, es recomendable comenzar con el lado de la piel hacia abajo para que se dore y se vuelva crujiente.


Es importante no mover el pollo con frecuencia; déjalo reposar en la parrilla para que se marque bien y se forme una costra dorada. Cocina el pollo durante unos 5-7 minutos por cada lado, dependiendo del grosor de las piezas. Si usas pechugas, asegúrate de no cocinarlas en exceso, ya que pueden secarse fácilmente.
Para asegurarte de que el pollo está cocido por dentro, puedes usar un termómetro de cocina. La temperatura interna del pollo debe alcanzar los 75°C (165°F) para garantizar que esté completamente cocido.
Si estás utilizando salsa barbacoa, puedes añadirla durante los últimos minutos de cocción. Esto le dará un sabor dulce y pegajoso al pollo, creando una capa caramelizada deliciosa. Recuerda no añadirla demasiado temprano, ya que puede quemarse si se pone al principio de la cocción.
Paso 5: Servir y disfrutar
Una vez que el pollo esté cocido y bien dorado por fuera, retíralo de la parrilla y déjalo reposar durante unos minutos antes de servirlo. Esto permite que los jugos se redistribuyan y garantiza que el pollo quede jugoso en su interior.


Sirve el pollo a la parrilla con acompañamientos frescos, como ensaladas, papas al horno o arroz. También puedes agregar una salsa adicional si lo deseas, como una salsa de yogur con hierbas o una mayonesa picante.
Consejos para un pollo a la parrilla perfecto
- No sobrecocines el pollo: Esto puede hacer que se seque y pierda su sabor. Usa un termómetro de cocina para verificar la temperatura interna.
- Deja reposar el pollo: Después de retirarlo de la parrilla, déjalo reposar unos minutos para que los jugos se redistribuyan.
- Usa marinadas: Las marinadas son esenciales para darle sabor y jugosidad al pollo.
- Controla la temperatura de la parrilla: Si la parrilla está demasiado caliente, el pollo puede quemarse por fuera y quedarse crudo por dentro.
- Experimenta con especias: No dudes en probar diferentes combinaciones de hierbas y especias para variar el sabor de tu pollo a la parrilla.
¿Cómo hacer para que el pollo no se pegue en la parrilla?
Para evitar que el pollo se pegue en la parrilla, asegúrate de que esté bien engrasada antes de colocar el pollo. Puedes frotar las rejillas con un poco de aceite de oliva utilizando un papel de cocina. Además, asegúrate de que la parrilla esté bien caliente antes de poner el pollo y evita moverlo demasiado durante la cocción. También es útil usar pollo con piel, ya que ayuda a que se despegue más fácilmente al cocinarse.
¿Cuánto tiempo dura un pollo asado?
Un pollo asado puede durar en el refrigerador entre 3 a 4 días si se guarda en un recipiente hermético. Si deseas conservarlo por más tiempo, puedes congelarlo, y en el congelador puede durar hasta 4 meses manteniendo su sabor y textura. Es importante asegurarse de que el pollo esté completamente enfriado antes de almacenarlo para evitar la proliferación de bacterias.
Conclusión
El pollo a la parrilla es un platillo delicioso y fácil de hacer, ideal para cualquier ocasión. Siguiendo estos simples pasos, puedes lograr un pollo jugoso, sabroso y bien cocido. Ya sea que prefieras un pollo simple con sal y pimienta o uno con salsa barbacoa y especias, siempre es una opción perfecta para disfrutar en buena compañía. ¡Atrévete a probar esta receta y disfruta de una experiencia gastronómica única!