Cuando las carnes de tu congelador no tienen la temperatura suficiente para preservarse es comprensible que te alarmes y te hagas esta pregunta: “¿por qué mi congelador prende pero no congela?”. No entres en pánico, aquí te ayudaremos a resolver esa inquietud. 

De entrada debes saber que a veces la congeladora puede presentar problemas inofensivos que tú mismo puedes resolver sin llamar a un técnico cualificado y estos pueden ir desde una incorrecta configuración del termostato hasta desgaste en la junta de la puerta.

Siempre y cuando no se trate del motor o de otro componente interno que comprometa gran parte de su buen funcionamiento todo estará bajo control. En caso descubras que, en efecto, es un problema más complejo, también hay soluciones. Quizá no tengas que reemplazar tu congelador por otro. ¿Te parece si exploramos las causas más sencillas?

¡Acompáñanos! 

¿Cómo trabaja un congelador? 

Un congelador es un electrodoméstico diseñado para mantener los alimentos y otros objetos a temperaturas muy bajas, generalmente por debajo de cero grados Celsius, para conservarlos durante un período prolongado. El funcionamiento de un congelador implica varios componentes clave: compresor o motor, evaporador, ventilador y termostato. 

¿Por qué el congelador prende pero no congela? 

El congelador no funciona por un mal cierre de la puerta, termostato mal regulado, fuentes de calor alrededor del congelador, falta de limpieza en su interior o el motor está dañado. En este último caso conviene que sea revisada por un técnico cualificado. 

5 causas de un congelador que prende pero no congela 

  1. Puerta mal cerrada o junta desgastada
  2. Termostato mal regulado
  3. Fuentes de calor cercanas 
  4. Acumulación de suciedad 
  5. Problemas con el motor 

Enseguida una explicación detallada de cada punto. 

1. Puerta mal cerrada 

Una de las causas más simples de que un congelador no congele es una puerta mal cerrada. Si la puerta no está sellando correctamente, el aire caliente del exterior puede filtrarse, lo que dificulta la capacidad del congelador para mantener temperaturas frías. 

Si eso no sucede, entonces puede que el sello hermético de la junta presente fisuras o pequeños huecos por donde se filtra el vapor frío. Asegúrate de que la goma de la puerta se encuentre en buenas condiciones o esté completamente cerrada.

Puerta de congelador.

2. Termostato mal regulado 

Con la carga y descarga de alimentos suele ocurrir que por accidente toques la perilla del termostato y se configure a una temperatura muy por debajo de su nivel idóneo -18º. Si esto pasa es evidente que los alimentos empezaran a perder su dureza inicial. 

O también puede presentarse algo muy común en hogares donde hay niños. Al ser estos muy curiosos y exploradores pueden estar jugando con el termostato. Por eso, es recomendable siempre tenerlo en un lugar fuera de su alcance o al menos que tengan directrices claras de no acercarse para evitar también que se expongan al frío. 

Ahora bien, ¿cómo saber si el termostato del congelador está dañado? Una vez que te aseguras que está en su nivel correcto y aún así siguen los alimentos tibios o hay un exceso de hielo no acorde con el nivel de temperatura. 

Termostato mal regulado

3. Acumulación de suciedad 

Un congelador sucio puede no funcionar correctamente. La acumulación de hielo en las paredes puede reducir la eficiencia del congelador. Por eso, asegúrate de descongelar y limpiar una vez cada dos meses el congelador para garantizar un rendimiento óptimo.

Acumulación de suciedad en congelador.

Fuente de foto: limpiezapedia.com

4. Fuentes de calor 

Las fuentes de calor cercanas al congelador pueden interferir con su capacidad para enfriar. Si el congelador está ubicado cerca de una estufa, radiador o luz solar directa, es probable que el exceso de calor obstaculice su funcionamiento. Cambiar la ubicación o aislar el congelador de las fuentes de calor puede ayudar a resolver este problema.

Aleja el congelador de fuentes de calor.

5. Problemas con el motor 

Los problemas con el motor del congelador son una causa más seria de la falta de congelación. Si el motor no está funcionando correctamente, el congelador no podrá enfriar adecuadamente los alimentos (carnes y helados). En este caso, es recomendable contactar a un técnico de reparación de electrodomésticos para evaluar y solucionar el problema.

¿Cómo se arregla una congeladora que no congela?

Para empezar, debes detectar la causa principal y, en función a ello, explorar si las soluciones son sencillas o complejas. Aquí una lista de recomendaciones: 

  • Si el congelador falla por acumulación de suciedad, bastará con una limpieza que debes realizar por lo menos una vez cada dos meses. Usa una solución jabonosa que puede contener vinagre o bicarbonato para esta tarea. 
  • Verifica si el termostato se encuentra en su temperatura idónea. 
  • Revisa el estado del sello hermético de la puerta para asegurarte de que no se filtren vapores fríos. Si está en mal estado, debes reemplazarla totalmente. 
  • No sobrecargues todo el congelador de alimentos, deja un espacio de entre un 20 y 30 % de su capacidad real para una correcta circulación y distribución del aire frío. 
  • En caso de que ninguna de estas soluciones se adapten a tu problema, contáctate con un técnico cualificado para que haga un diagnóstico y proceda a la reparación. 

Con estas soluciones dile adiós a la lamentación: “mi congelador prende pero no congela”.

¿Qué pasa si el congelador prende pero no congela? 

Si el congelador prende pero no congela, los alimentos empezarán a adoptar la temperatura ambiente y de prolongarse ese estado se pueden descomponer y luego emanar malos olores. Esto se traduce en un derroche de recursos que perjudica el bolsillo; por lo tanto, es importante detectar rápido la causa del problema. 

¿Cuánto cuesta la reparación de un congelador que prende pero no congela?

Eso depende del grado del problema y de la parte donde se encuentre. Puede ser un monto económico si el problema es simple como problemas con el termostato o con la junta de la puerta. Puede ser caro cuando hay componentes internos comprometidos como el motor. 

Conclusión

Cada vez que te preguntes por qué el congelador no congela, es esencial investigar las posibles causas y tomar medidas para solucionar el problema. Mantener su congelador en buen estado y resolver los problemas a tiempo garantizará que sus alimentos se mantengan congelados y seguros. ¡Suerte con la resolución del problema! 

TE PUEDE INTERESAR: